Relato de parto. Rocío.

Hace 10 días nació nuestra Aurora y no tengo palabras para expresar la felicidad más grande que siento. Qué bello es vivir, de veras.

Tuve mi parto soñado, natural, sin epidural y en el agua, solo con la compañía y el apoyo de mi amor, y del equipo de entuparto y Natura materna. Gracias por vuestro acompañamiento sin intervenir y por vuestras palabras de ánimo y cariño, sois geniales.

Estuve varias horas en las que notaba cómo poco a poco mi cuerpo se iba preparando para la llegada de Aurora, y cuando fuimos a la unidad de parto natural para ver a Marina y a Daniel, nos confirmaron que el trabajo de parto había empezado. De todas formas, volvimos a casa para pasar unos últimos momentos a solas con Darío, pero al rato las contracciones se volvieron mucho más intensas y prácticamente constantes, y el parto avanzó vertiginosamente. Por suerte vivimos cerca del hospital, porque según entramos a la unidad de parto natural, donde nos recibió Elena con la bañera ya casi llena, tuve 3 contracciones que manejé en cuclillas en el suelo y luego la sensación de pujo fue irrefrenable. Entré en el agua, colocándome como mi cuerpo me pedía. Llegaba la contracción y yo sentía ganas de pujar, dejándome llevar, dejando hacer a mi cuerpo y a mi niña, y viendo cómo fluía todo. Recuerdo las palabras de ánimo de Elena y Daniel cuando las necesitaba, el cariño con el que me sostenía Miguel. Ellos me conectaban con la realidad, aunque yo estaba en otra parte, con una emoción tan placentera que me cuesta describir. Unos minutos después, nació Aurora en el agua. Cortamos el cordón cuando dejó de tener latido, aún en la bañera, y ella se enganchó al pecho mientras alumbraba la placenta.

Ojalá poder revivir el momento mil veces y ojalá fuera la norma que todas las mujeres pudieran vivir su experiencia de parto así.

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