Relatos de parto con nuestro equipo

EnTuParto

  • Register
Tras 40 semanas y 2 días llegó el momento de que Arián saliera al mundo. Estaba eufórica, porque me moría de ganas de ver a mi peque, besarle, abrazarle, olerle.. y temerosa a la vez , deseaba que todo saliera bien (aunque ya tuve a mi primer hijo y fue muy bien, creo que siempre se tiene respeto al parto)

Era las 13.00 y comencé a tener contracciones leves, me tumbé en el sofá (tal vez podrían pasarse porque en otras ocasiones ya me había pasado) y tras una hora empezaron a ser más fuertes. El día anterior había expulsado parte del tapón mucoso y sospeché que podía ser el Día. Hablé con Elena y me dijo que por si acaso fuera al hospital a echarme un vistazo. Así hice, estaba de 5 cm. Me preparó la bañera y me metí sin dudarlo, era hora de escuchar a mi cuerpo. Las contracciones eran intensas, pedí que me trajera “algo” y me trajo el óxido nitroso. El Gas me funcionó muy bien, mientras con mi pareja agarrados de la mano en todo momento, un apoyo incondicional, físico y sobre todo emocional.

Elena estaba muy presente aunque sabía en qué momentos dejarnos intimidad, en ese viaje tan especial de bienvenida a nuestro bebé.

Cuando las contracciones comenzaron a ser más seguidas y con menos tiempo para descansar entre una y otra, me llegué a sentir vulnerable porque me faltaban fuerzas. Pedí si podía ser posible administrar la epidural, aunque pensar en que debía de salir de la bañera me daban escalofríos porque estaba muy cómoda y preferí quedarme en el agua, Elena me hizo un tacto y estaba completa. En ese momento, sabía que en cuestión de minutos mi bebé estaría aquí. Sabia que tenía que darlo todo, era el último esfuerzo. Viví el expulsivo como un momento extremadamente intuitivo en el que el cuerpo sabía perfectamente qué debía hacer, lo único que hice fue dejarme guiar por él. Elena llamó a la doctora María porque el bebé ya casi estaba aquí. En 5 pujos, a las 17.55 Arián estaba encima de mi. Calentito, con ese olor… ya por fin en este mundo con nosotros ♥️ no podía creerlo.

Fueron momentos intensos donde al igual que la intensidad es alta, en cuanto salió el bebé, noté un gran alivio.

La compañía de Elena tan cercana, tan cálida, tan humana durante todo el proceso me hizo sentir con tanta confianza de que todo saldría bien que mi único cometido era dejarme guiar por mi cuerpo, porque mi bebé y yo íbamos a estar bien.

Una vez más, una de las mejores experiencias de parto que he tenido. La primera con mi hijo Axel en la habitación morada y esta vez, en la azul. El equipo de Entuparto es brutal y la doctora Sanz, encantadora, un trato muy sensible y muy profesional.

El parto es un momento tan delicado, tan especial, tan único que no podrá volver a repetirse, no podemos rebobinar, por ello, estar rodeado de un equipo en el que confías 100% como Entuparto es fundamental, sea la que sea la manera en la que tu bebé nazca, rodearte de personas que te entiendan, comprendan y mimen, se te queda grabado en el alma. En este caso, Elena, ha hecho que me sientiera tan cómoda, sabiendo siempre que vela por la seguridad, del bebé y la mamá. Siempre tiene una buena palabra, un gesto cálido, que al menos a mi, me ayudó infinitamente a creer en mí, a confiar en mi cuerpo en momentos en los que ni yo creía. Me ayudó a mantener la calma y serenidad.

No podemos estar más agradecidos de nuevo, de hacernos vivir una experiencia tan especial, bonita y respetada. Axel y Arián os están muy agradecidos y sus papis también ♥️

Relatos de parto