Problemas sexuales y de pareja
Sabemos que ciertos momentos y episodios vitales nos van a colocar ante una mayor probabilidad de que se den dificultades en la sexualidad. Todos estos procesos pueden contribuir a generar malestares en la convivencia de la pareja, añadir tensiones, conflictos, y dificultades de comunicación que pueden llevar a que la pareja deje de encontrarse a gusto en su relación. Es posible también que estos procesos faciliten que aparezcan problemas sexuales como: falta de deseo, dificultades para la penetración o sensaciones de dolor y molestias que acompaña la misma, malestar con una eyaculación que ocurre antes de lo deseado y resulta precoz, sensación de impotencia cuando la erección no aparece, orgasmos que no llegan, o llegan con una intensidad menor de la esperada…
Cuando esto sucede, las relaciones sexuales suelen dejar de ser algo satisfactorio y placentero, pudiendo acompañarse de sentimientos de malestar al no lograr resolver el problema con las propias estrategias.
En esos casos contar con el apoyo de un profesional facilita el abordaje de estas dificultades. Para ello se realiza un asesoramiento en consulta, trabajando con la pareja o de manera individual a lo largo de sesiones quincenales que suelen prolongarse unos meses, dependiendo de la singularidad de cada caso. Desde el espacio de intimidad y respeto de la consulta, se da una atención profesional especializada, proporcionando ideas, dando estrategias, sugiriendo alternativas a probar, explorando las necesidades de la pareja y ofreciendo herramientas para que se abran nuevas posibilidades de disfrute con las que estar más satisfechos.
Búsqueda de embarazo y reproducción asistida
Cuando las parejas desean un hijo, e inician la búsqueda de embarazo, emprenden un recorrido incierto, en el que en ocasiones encuentran algunas dificultades. Esos meses, a veces años, que transcurren hasta que llega el embarazo, especialmente si pasan por procesos técnicos de reproducción, puede añadir tensiones a la pareja. Así, es posible que relación de pareja se resienta y dejen de encontrar gusto en sus encuentros eróticos. En otras ocasiones, es la presencia de problemas sexuales lo que hace que se complique el logro de embarazo, como ocurre con las dificultades de erección y eyaculación, dolor e imposibilidad de penetración en vagina.
Durante el Embarazo
El embarazo introduce cambios importantes en la mujer, pero no solo en esta, cambia también la pareja y la relación. Una experiencia, la del embarazo que toca y transforma el sueño, la energía, el cuerpo, los intereses, las necesidades, y puede también introduzca cambios en la intensidad de algunos deseos, en las vías de erotizar los encuentros, que añada dudas sobre la conveniencia o no de las relaciones sexuales, e introduzca inquietudes al modificarse la manera en la que el deseo se hace presente.
Postparto y crianza
Tener hijos, ya sea el primero o sucesivos, coloca a la pareja en un escenario nuevo donde generalmente se encuentran con el cansancio, la falta de sueño, las exigencias de cuidado de la criatura, los cambios en los vínculos con las familias de origen, la incertidumbre sobre las posibilidades de que espacios de crianza, de pareja, de interés profesional y personal encuentren sus tiempos. Por otro lado, pasar de ser pareja a ser familia puede que movilice prioridades, agendas, deseos, tiempos, aspectos convivenciales e íntimos. Y desde aquí es posible que la maternidad y paternidad tomen una presencia mucho mayor de la imaginada o deseada, desplazando las posibilidades de encuentro erótico entre ambos.
Menopausia
El cese de la menstruación habitualmente llega acompañado de otros síntomas. De todos ellos, hay algunos que pueden incidir especialmente en la vivencia de la sexualidad y añadir conflictos a la misma. Estos suelen ser los sofocos, la sequedad de piel en especial de la mucosa de la vagina, despertares nocturnos y menor sensación de descanso, y una mayor facilidad para la ganancia de peso. Además, este proceso coincide con un momento vital en el que suelen darse también otros acontecimientos significativos como la marcha de los hijos del hogar familiar, la jubilación, deterioro de la salud o mayor atención y preocupación por la misma, puede que obligaciones de cuidado de mayores o de nietos…. y todo ello puede contribuir a desajustes en la sexualidad y relación de pareja.
Problemas ginecológicos
Es posible que algunos problemas de salud como Incontinencia urinaria, infecciones de transmisión genital, cáncer de mama, problemas de suelo pélvico, endometriosis… puedan generar inquietudes, dudas y malestares en la sexualidad de la mujer y su pareja.